en la sala del final del pasillo, inmóvil. Estaba asustado y no se por qué, no sabia muy bien quien era o, sino, no quería saberlo. Allí al acercarme a su habitación, le cogí de la mano y le acaricié después del día que debería haber pasado en aquel antro. Le arropé y le dí un beso pero ella seguía dormida. Miré alrededor, era una habitación blanca con un olor peculiar y unas cortinas claras con un gran ventanal en la pared. Había muchos utensilios que no quería saber para que era, daban miedo. No sabía si venir o no pero aquí estaba, todo seguía muy tranquilo durante el tiempo que pasé ahí. De repente parecía que iba a llorar después de lo que estaba viendo y de hecho, lo hice. Lo hice al ver que después de 6 meses, despertó.
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